martes, 13 de julio de 2010

LAS VOCES TIENEN SU MOMENTO...

Las voces tienen su momento y es absurdo malgastarlas pronunciándolas inoportunamente. Si las utilizamos a destiempo pierden su fuerza y su sentido. Protagonismo de la voz que con nosotros permanece. Y es que las palabras deben salir de adentro de nosotros y entrar en el mundo. La palabra que escribo, ésa a la que me aferro, ésa en la que me reconozco, esa tras la cual me escondo o me enmascaro, ésa junto a la cual me invento... Todos se parecen, todas aluden a parecidas urgencias: conocer, nombrar, ordenar, definir, jerarquizar, situar, avanzar... En el fondo, siempre un mismo propósito: escribir esas comprensiones que fueron haciéndose asideros de los que no podría separarme ni dejar de arroparme con sus signficados.