martes, 7 de septiembre de 2010

RECONOCIMIENTO...

Reconocimiento de eso que es esencial y de lo que debería partir todo lo demás: la vida es y será siempre lo primero; y de lo que se trata y de lo que nunca podría dejar de tratarse será de aprender a vivir: valorando eso que merezca valorarse, esforzándonos por entender eso que realmente importa, apoyándonos en ciertos descubrimientos centrales convertidos en verdades personales: respuestas útiles, necesarias, sustentadoras. Rara vez definitivas, esas verdades suelen cambiar; no necesariamente las que profesamos ahora son las nuestras de antes, y, seguramente, las que nos pertenecen ahora no serán nuestras después. Pero mientras estén en nuestro poder esas verdades nos servirán y acompañarán. Y a través de ellas contemplaremos ese universo exterior del que no podríamos nunca dejar de formar parte. Junto a ellas nos esforzaremos por organizar el caos que suele acompañarnos, originado en la impredecibilidad o la desesperante monotonía de tantos días grises.