lunes, 7 de marzo de 2011

EL CONSUMISMO SE ASOCIA...

El consumismo se asocia con la falsa verdad de un ahora que le dice al hombre que es feliz si compra y que es libre si puede comprar. Sobre este espejismo se sustentó, por cierto, el diálogo ideológico más importante de nuestro siglo XX. El mundo capitalista afirmó su superioridad ante el mundo socialista en la medida en que pudo oponer ante éste una ética consumista auspiciadora de falsas formas de felicidad y de falsas formas de libertad. La única y torpe respuesta del mundo socialista totalitario fue la razón de su fuerza militar, de su poderío tecnobélico. Espantosa contradicción entre una superabundancia de misiles y la interminable carencia de todo lo demás. Largas colas de gente hambrienta buscando qué comer y qué vestir, junto a la mortífera grandilocuencia de misiles atómicos llamativamente presentes en cada nuevo aniversario de la Revolución. Misiles y hambre: la fuerza junto a la debilidad, el poder conviviendo con la flaqueza, la potestad de la destrucción junto a la incapacidad de la construcción.