jueves, 31 de marzo de 2011

SENTIMOS, A VECES...

Sentimos, a veces, que lo poseemos todo; que nuestros espacios son firmes, indestructibles; que nuestros pasos son seguros y nuestro destino, cierto. Y de pronto... El suelo bajo nuestros pies se resquebraja; el techo de lo que hasta hace poco eran certezas absolutas se desmorona sobre nuestras cabezas, mientras desesperadamente tratamos de escapar como sea de ese hasta entonces seguro lugar que comienza a hundirse con estrépito.