domingo, 24 de abril de 2011

HACER ARTE Y VIVIR LA VIDA COMO SI ÉSTA FUESE UNA OBRA DE ARTE...

     Hacer arte y vivir la vida como si ésta fuese una obra de arte pudiesen ser cosas muy parecidas; en ambos casos, se trata de armonizar espacios y acciones, de reunir visiones y experiencias bajo un mismo propósito de hilvanación y de finalidad. Un artista que se entrega a su arte evoca a un ser humano que construye su existencia en torno a esfuerzos que alimentan actos, iniciativas, metas, ilusiones, propósitos... Los dos, artista e individuo, se esfuerzan por alcanzar un estilo: talante propio que los acompañe en el momento de expresar eso que sienten y saben y desean y sueñan y esperan... La coherencia, la plenitud, la intensidad, la felicidad bien pudieran ser, a fin de cuentas, el eventual desenlace de tan humanísimo esfuerzo.