sábado, 22 de octubre de 2011

UNA PELÍCULA RECIENTE: "EL EXTRAÑO CASO DE BENJAMIN BUTTON"

Una película reciente, dirigida por David Finch, e inspirada en un cuento de F. Scott Fitzgerald, El extraño caso de Benjamin Button (2008), presenta eso que, en principio, pareciera ser la versión opuesta a la decadencia del tiempo: una vida que, desde un paradójico comienzo de senilidad infantil, va encaminándose en fantástica regresión, hacia un punto de partida que es, también, un final. Ideal humano de siempre: que la sabiduría de la vejez habite en un cuerpo joven y fuerte; pero, tal y como lo muestra el filme, el anciano Benjamin está destinado, igual que todo ser humano, a desaparecer. Avance irreversible hacia el deterioro y la desaparición, el paso de Cronos significa desgaste, y, a la larga, desvanecimiento. Sin embargo, vivir acaso signifique, sobre todo, construirnos en medio de kairos: al lado de ideales, fantasías, actitudes, ilusiones, propósitos... Crecer en una espacialidad que nos vaya centrando alrededor de espejismos y escogencias; haciendo de nuestra imaginación y lucidez visibilidad y orientación, un instrumento con el que diseñar personales alegorías del universo. No se trata, desde luego, de confiscar la realidad, sino de colocarnos frente a ella siempre muy cerca de esa temporalidad a la que los griegos dieron el nombre de kairos.