miércoles, 23 de noviembre de 2011

EL IMAGINARIO DE NUESTRO TIEMPO...


     El imaginario de nuestro tiempo valora lo heterogéneo. Acepta que lo múltiple es valor, estímulo. Entiende como necesaria la comunicación entre lo dispar, el acercamiento de los extremos, el diálogo de los contrarios, el encuentro de lo disímil, la vitalidad de lo diverso y lo disperso, la heterogeneidad potencialmente creadora. Nuestro presente apuesta a la paulatina desaparición de centros únicos, al desvanecimiento de férreas hegemonías, a la supresión de supremacías demasiado definitivas. Cree en un planeta convertido en circunferencia sin centros: vastísima superficie donde todos los espacios pudieran llegar a ser centro al que todas las regiones se acerquen. Sin embargo, tal proximidad no deja de ser confusa: tiene la forma de un irreal caleidoscopio, a veces poco nítido, a menudo poco coherente.