sábado, 10 de diciembre de 2011

EL IDEÓLOGO ES ESCLAVO...

     El ideólogo ha abandonado la libertad de las voces para convertirse en un voceador de lo exacto, de lo incontrovertible. Para él no se trata de vivir junto a sus ideas sino de dedicar su vida a una sola idea. Contempla el mundo a través de recetas y breviarios. Pronuncia palabras que no son suyas: pertenecen siempre a otros:  un partido, una iglesia, un jefe...