viernes, 20 de enero de 2012

EL DISEÑO DE NUESTRA EXISTENCIA...


El diseño de nuestra existencia acaso dependa de un propósito por entender el tiempo vivido de acuerdo a algún significado; bien relacionado con una voluntad por percibir en nosotros mismos esas invisibles armonías que nos rodean desde todos los lugares del cosmos; o bien relacionado con cierto frenesí por prolongar la memoria de nuestro nombre. La primera es la escogencia de quienes tratan de organizar su vida de acuerdo a la premisa de que los seres humanos vinimos al mundo a tratar de ser felices. La segunda, la obsesión de perdurabilidad, suele derivar en un empeño por acceder a algún tipo de registro histórico. En suma: se trata de crecer a solas con nosotros mismos y dentro de nuestro mundo individual, o de hacerlo obsesionados con las miradas del afuera. La primera opción, más humilde y mesurada, posee todo el sentido de lo más esencialmente humano; la segunda, siempre impredecible, abunda en  resultados estériles, y, a veces, incluso inhumanos.