jueves, 12 de enero de 2012

EN SU TEXTO...


     En su texto Sobre el programa de la filosofía futura, Benjamin imaginó una filosofía venidera mucho más cercana a la expresividad de las palabras que a la de las ciencias o las matemáticas. "El gran cambio y corrección que ha de introducirse en un concepto de conocimiento unilateralmente orientado hacia lo matemático-mecánico –dice Benjamin- sólo podrá lograrse mediante la relación entre el conocimiento y el lenguaje”. Y más adelante concluye: “... Kant no advirtió en modo alguno el hecho de que todo conocimiento filosófico tiene su única expresión en el lenguaje, y no en fórmulas y números. Este hecho, a la postre, se revelaría como el hecho decisivo, y es por él que,a fin de cuentas, debería afirmarse la supremacía de la filosofía, no tan sólo sobre todas las otras ciencias, sino también sobre las matemáticas."

     En su trabajo, Benjamin postula la necesidad de una filosofía nueva, necesaria para otros hombres: diferentes habitantes de un mundo también diferente. "Es deber principal de la filosofía que se avecina –dice- permitir convertirse en conocimiento a los indicios más profundos que extrae de la época misma y de los presentimientos de un gran futuro". ¿Qué fue de ese "gran futuro" presentido por Benjamin? Benjamin escribe su trabajo a comienzos de 1918, el último año de la Primera Guerra Mundial, cuando ya se divisaba el final de la que parecía ser la última de las guerras, y nadie hubiera podido imaginar cuál iba a ser el destino de Europa y del mundo apenas dos décadas más tarde. El mismo Benjamin se convertiría en una cruel víctima de ese destino: a comienzos de 1940 se suicidó cuando escapaba de Francia hacia la frontera española, huyendo de la barbarie nazi. El "gran futuro" imaginado por Benjamin debería, pues, esperar... Sin embargo, en esos escritos de 1918, Benjamin propuso algo tan simple como exacto: el pensamiento del hombre venidero debería servirle para interpretar sus experiencias venideras. Verdad de perogrullo: un pensamiento otro para un hombre otro; un ser humano necesitado de nuevos asideros, propiciador de nuevos diálogos con el universo, formulador de nuevas preguntas y buscador de diferentes respuestas.