domingo, 4 de marzo de 2012

DESPRECIOS Y RENCORES FORMAN PARTE...


Desprecios y rencores forman parte de nuestro rostro más auténtico. Hay resentimientos inolvidables que nos acompañan siempre y a los que, como decía Jean Paulhan, debemos hacer sitio en nuestras vidas si queremos vivir sanos de espíritu; aversiones que nos definen y nos expresan. Ser fieles a ellas es tan coherente como serlo a nuestros afectos. Nuestros aborrecimientos deciden de qué debemos protegernos y de qué debemos apartarnos. Cimentan nuestra lucidez siempre necesariamente alerta.