sábado, 9 de junio de 2012

LA VOZ HUMANA HABLA EN LA FUGAZ PRONTITUD...


La voz humana habla en la fugaz prontitud de un decir generalmente plegado a los estados de ánimo del hablante: puede –y suele- impregnarse de pasión o de serena frialdad, ser grito confuso o balbuceo indistinguible, hacerse impecable hilvanación de razones o brusca interjección de titubeos. La voz humana se hace eco de sus ahoras y a ellos se asemeja. La escritura, por el contrario, vive más por sí misma, al margen de las circunstancias que la generaron y dentro de un universo de formas propias ajenas a cuanto no sea el sentido de su diseño verbal. La escritura genera en sí misma sus propias relaciones. Señala sus ecos y proyecciones, antecedentes y descendencias. Vive junto a sí misma, apostando siempre a una posible perennidad que la distinga y realce.