No buscaré visiones inverosímiles para escribir sobre cuanto
me acompaña,
ni adornaré innecesariamente lo que me obligo a decir.
Escribir es un juego que consiste en saber como colocar
voces necesarias.
Sin él sería insoportable tanto silencio y demasiado el vacío
revoloteando sobre muchísimos momentos sin contorno.
Escribir consiste en dejar constancia de la particular
significación de un momento.
Es romper la monotonía.
Es no dejar en blanco alguna luminosa comprensión o ciertas revelaciones
necesarias.
Es
negarme a ignorar el grito de mi conciencia y proponerme romper el horizontal
silencio que me rodea.