lunes, 27 de mayo de 2013

QUIMERAS SE DESMORONAN POCO A POCO...


Quimeras se desmoronan poco a poco, o acaso de repente, dejando en mi boca un sabor a pérdida y hastío.

Demasiado pasos no alcanzan la firmeza que llegué a otorgarles.

Regreso a mi rincón y me arropo con la calidez de lo reconocido.

Muchos descubrimientos me hablan del inmenso contraste entre el antes y el ahora, me dicen que a cada sueño sucede un despertar y que son necesarias cada una de mis horas, aún las más oscuras -o, acaso, precisamente las más oscuras-
para forjar mi rostro caminante.

Tras muchas peripecias y encuentros y desencuentros, tras largas esperas,
inapelables verdades terminan por llegar.