miércoles, 29 de abril de 2015

SOMOS TIEMPO...

Somos  tiempo. Nuestra relación con las cosas, con el mundo depende del tiempo.
El tiempo nos obliga a cambiar, a evolucionar; nos hace crecer, transformarnos. Lo que fuimos, lo que somos; lo que parecía natural en nosotros y terminó por revelársenos como nuestro absoluto opuesto.
La sabiduría el tiempo está hecha de aprendizajes, de recuerdos, de imágenes, de ilusiones…
El sinsentido del tiempo es la peor pesadilla del individuo, una triste secuela de los días estériles. Todo, absolutamente todo, debería girar alrededor de una creencia, de una fe en un sentido para el tiempo vivido.
Tiempo hecho, tiempo deshecho. Tiempo roto, tiempo informe, tiempo confuso, tiempo impredecible. Cumplidas o incumplidas promesas del tiempo; versiones temporales engañadas o deformadas por la memoria. Tiempo circular que habla de ciclos que comienzan, crecen, finalizan y vuelven a principiar. Tiempo efímero. Tiempo irreal del recuerdo. Tiempo ilusorio al que nos aferramos siempre esperanzados. Desconocido tiempo porvenir aguardando misteriosamente por nosotros…
A veces nuestro tiempo humano se hace opacidad que oscurece cualquier forma de transparencia. Quedamos, entonces, a merced de vaivenes que hablan de fracturas, de continuidades rotas, de reiteraciones interminables…