sábado, 14 de noviembre de 2015

MI VOZ...


Mi voz: signo de mi tiempo, del tiempo que soy o me propongo ser. Me acompaña. Me distingue. Me ubica. Me define. Me oculta a la vez que me señala. Me acerca al afuera y me refugia en mis adentros. Me compromete con sus significados. Su evolución es mi evolución; su silencio, mi mutismo y mi derrota. Con ella conjuro la permanente amenaza de la confusión o el desamparo. Me ayudo con ella a encontrar -y a confirmarme en- un sentido para el camino. Junto a ella convierto mis cielos e infiernos en referencia, doy forma a mis recuerdos, trato de  responder a la interminable pregunta que soy...